Parto por Cesárea
La cesárea se define como la cirugía que permite el nacimiento de un niño a través del abdomen de la madre. Aunque presenta ciertas ventajas sobre el parto natural, son más las desventajas y, por ello, la recomendación general es aplicarla solo en casos puntuales en los que el parto vaginal no sea posible.
Tipos de cesárea
Distinguimos entre la cesárea electiva y la cesárea de urgencia:
La cesárea electiva o programada: se realiza cuando hay una indicación médica antes de que tenga lugar el parto. Suele programarse entre la semana 37 y la semana 38 de gestación. De esta forma, se garantiza que el niño nazca cuando esté suficientemente maduro y no afecte a su salud ni a la de la madre.
La cesárea de urgencia: se realiza ante una complicación durante el embarazo o el parto vaginal. Esto obliga a extraer al bebé cuanto antes a través del abdomen para evitar consecuencias graves que puedan comprometer su vida o la de la madre.
Por tanto, en este caso, se recurre a la cesárea ante situaciones de peligro durante el embarazo o ante partos naturales muy complicados.
Cesárea paso a paso
Este tipo de intervención requiere anestesia para evitar el dolor y sufrimiento de la madre. Se utiliza anestesia local, en concreto, la epidural. Por tanto, la madre es consciente del nacimiento de su hijo en todo momento. Los pasos básicos son los siguientes:
Se coloca la anestesia.
Se rasura la zona pelviana.
Se coloca una sábana en la cintura a modo de ventanilla. De esta forma, la madre no ve todo el procedimiento, pues es posible que le resulte algo desagradable, especialmente por la sangre.
Se desinfecta la zona y se van realizando los cortes de las sucesivas capas hasta llegar a la cavidad uterina.
Tras romper la bolsa, se extrae el bebé. Es común que se retire la ventanilla justo en el momento de sacar al bebé para que la madre pueda verlo.
Se acerca el bebé a la madre para que pueda abrazarlo.
Se extrae la placenta.
Se cierran las incisiones mediante grapas y/o puntos de sutura.
En la actualidad, la cirugía ha avanzado mucho y todo el proceso puede tener una duración de unos 15-20 minutos aproximadamente, incluyendo la extracción de la placenta. A este tiempo hay que añadir unos 30-40 minutos más para cerrar el útero y el abdomen. La relativa seguridad de esta intervención nos ha hecho olvidar sus riesgos. Esto ha provocado un aumento del porcentaje de los nacimientos por cesárea, estando la media por encima de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cuidados especiales
Tras la intervención, es necesario que la madre siga las indicaciones del médico en relación al cuidado de la herida. Así, se agilizará la cicatrizacióninterna y externa. Es habitual que se receten analgésicos para calmar el dolor y el uso de una faja sin costuras durante unos 30 días. Se recomienda usar una faja postparto. Por otra parte, la herida debe ser lavada con agua y jabón. También es posible usar algún antiséptico iodado. Por lo que respecta a las relaciones sexuales, el deporte y demás actividades que requieren esfuerzo físico, se recomienda esperar al menos 40 días. Es lo que se conoce como cuarentena postparto.
Riesgos
Como hemos comentado, nos encontramos ante una tendencia general a realizar partos por cesárea, siendo en muchos de los casos, completamente innecesaria. Especialmente en los centros privados, el número de partos por cesárea se ha visto ampliamente aumentado debido, en gran parte, a la posibilidad de programar el momento exacto del nacimiento. Ésta es una de las pocas ventajas de la cesárea frente al parto natural. En este documento puedes encontrar más beneficios e inconvenientes de este tipo de parto: Ventajas y desventajas del parto natural y por cesárea. La realización de la cesárea en partos en los que no es necesario, implica mayor probabilidad de los siguientes riesgos:
Hemorragias y coágulos de sangre.
Fiebre tras el parto
Infección de herida quirúrgica.
Dolor tras el parto
Además, la estancia en el hospital y la recuperación de la cesárea son más largas y complicadas que las del parto vaginal. Por ello, es de vital importancia que los médicos practiquen una medicina segura y realicen la cesárea únicamente cuando el parto vaginal suponga un verdadero riesgo. A continuación comentamos algunas de las situaciones más comunes en las que los beneficios de la cesárea superan a los riesgos y, por tanto, se recomienda hacerla.
Indicaciones
La cesárea sólo debe realizarse cuando exista una indicación médica. Algunos ejemplos son los siguientes:
El niño está en posición de nalgas, transversal o con los pies por delante.
La madre ha sufrido otras intervenciones en el útero o cesáreas previas.
El niño es demasiado grande.
Placenta previa.
El parto se detiene y no sigue adelante.
Prolapso en el cordón umbilical o cuando el niño viene con el cordón enrollado al cuello.
La madre tiene alguna infección susceptible de transmitirla al niño a través del canal del parto (transmisión vertical), como el VIH o el virus del herpes.
El niño tiene bradicardia (disminución del ritmo cardíaco) o cualquier otro estrés que indique sufrimiento fetal.
La madre sufre diabetes, hipertensión o cualquier otra enfermedad que requiera rapidez en el proceso.
No se debe olvidar que, aunque la cesárea sea una operación relativamente segura, no deja de ser una intervención quirúrgica mayor, con todos los riesgos y complicaciones que ello conlleva.