Parir no da Miedo

Maternidad consciente, fe en ti misma y en los que te acompañan gobiernan tu mente. Eres capaz de todo, la razón la encuentras en tus antecesoras, pero algunos semejantes te hacen dudar, desmoronándose por momentos aquellos pilares que tanto te han costado levantar. Son muchos los sentimientos que afloran cuando todo se pone en marcha. Miedo, ambivalencia, curiosidad, alegría, tristeza, toda una avalancha, emergiendo en ese preciso momento. Esto no es casualidad, todos son el resultado de la conjunción hormonal que hace surgir la magia.

Gran parte del miedo parte del dolor, pero el que exista tiene un importante objetivo…marcar tus movimientos en el trabajo de parto para que tu bebé se abra camino en tu pelvis. En este momento de tu vida, aflorarán los más primitivos instintos. Gime, grita, baila al son de tu cuerpo, como si de un ritual no enseñado de generación en generación se tratase.

Disfrutar tu parto es un consejo cuyo significado no se puede entender a veces en el contexto de la aflicción física más grande que has tenido hasta ahora. Pero cuando acontece el instante final, el de observar a tu creación, todo cobra sentido. Extenuada, cansada y con hambre, serás capaz de alimentar a tu hijo cual cachorro…estás llena de poder mujer, más de lo que crees.

Cuando entiendas la filosofía de estas palabras te darás cuenta de que…parir no da miedo.