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Estreñimiento en el Recién Nacido


Este es un tema bastante común, sobre todo en padres primerizos y del que se tiene poca información provocando un nivel alto de confusión. Especialmente porque se trata de un recién nacido que no puede hacernos saber lo que siente.


Pareciera que como padres nos encanta que nuestros hijos hagan caca todos los días y estamos pendientes de ello, pero no siempre ocurre así y tampoco es tan malo y muy recurrentemente pasa.


¿Qué es el estreñimiento?


La verdad es que no hay una definición clara de lo que es estreñimiento. Algunos la definen como un trastorno en la frecuencia de las deposiciones o relacionado con la consistencia de las heces y el tamaño de las mismas. En resumen la podemos interpretar como la dificultad para el vaciamiento regular de colon y recto, expresado como la eliminación de heces duras, infrecuentes y evacuadas con dificultad o de forma incompleta.


Hay niños que no la hacen diariamente y no podemos considerarlos estreñidos. ¿En qué nos basamos entonces? Lo más preciso es basarnos en la consistencia de las heces. Si son heces como bolitas independientes, lo que llamamos “heces caprinas” ( Tipo 1 de la Escala de Bristol) podemos afirmar que ese niño es estreñido aunque nos haga caca cada día. El problema de estos estreñimientos funcionales es que se suelen acompañar de mucho malestar en el bebé, el cual llora desconsoladamente a la hora de evacuar, se retuerce, está muy irritable y lo pasa francamente mal. Esto suele ocurrir sobretodo con niños alimentados con fórmula, en cuyo caso debe notificarlo a su Matrona o al Pediatra y que éste valore la posibilidad de cambiarnos a una leche anti-estreñimiento o valorar otras medidas para aliviar los síntomas y evitar complicaciones (como fisuras anales del esfuerzo), así como descartar patologías como posibles alergias alimentarias.


Nunca use supositorios, enemas o des laxantes al bebé por tu cuenta y evita estimular el ano con el termómetro con regularidad (no habría problema en hacerlo en casos de malestar importante en el bebé, pero jamás de rutina).


Medidas como calor en la pancita a través de pañitos tibios, baños de tina con agua tibia, levantar sus piernas o masajear el abdomen en el sentido de las agujas del reloj, suelen mejorar en algo este proceso de evacuación. Con el tiempo, estos estreñimientos se van superando conforme mejora la funcionabilidad intestinal y terminan por desaparecer, aunque tal vez recidiven en la etapa de introducción de la alimentación complementaria a partir de los seis meses, en cuyo caso, habrá que jugar con los alimentos más ricos en fibra para remediarlo.


Este tipo de heces caprinas no suele verse en niños alimentados al pecho, ya que en estos las deposiciones suelen ser más líquidas y de color amarillo mostaza. La leche materna deja muy pocos residuos, es decir, que el lactante lo aprovecha todo y por eso no necesita hacer caca cada día. No obstante, y como ya sabemos que a los padres nos gusta que los bebés hagan caca cada día, a veces masajeando un poco la pancita cada día en el sentido de las agujas del reloj, estos niños pueden terminar por hacer caca cada día para goce y disfrute de sus padres, que ven como se disipan así sus preocupaciones. Es importante también saber, que tras la primera semana algunos niños pueden pasar a hacer muchísimas cacas al día, casi en cada toma y eso es debido a un reflejo que ellos tienen llamado “reflejo gastrocólico” por el que tras comer, deponen. Y este reflejo puede estar muy aumentado en unos niños y no tanto en otros. Por eso, con lactancia materna todo vale, siempre y cuando las heces sean líquidas como hemos dicho a pesar de no ser “de comunión diaria”.


Por último, existe otro trastorno que pueden padecer los recién nacidos y que los padres interpretamos como estreñimiento sin serlo realmente, es la llamada Disquecia del Recién Nacido o Pseudo Estreñimiento. Este cuadro hace referencia a esos niños que hacen mucha fuerza para defecar, sin conseguirlo, se ponen muy rojos e incluso lloran y se ven muy afectados, pero en el momento en que defecan, los síntomas ceden. Ello es debido a que los recién nacidos aún no controlan bien el esfínter anal. No saben aún que es un esfínter que depende de nuestra voluntad y que nosotros podemos abrirlo y cerrarlo a demanda. Claro, hasta que lo aprenden gracias al ensayo-error, vemos al niño empujando y rojo cual bombilla incandescente sin efecto alguno posterior y esto le pasa tres, cuatro, cinco veces al día…pues lógico pensar que lo que le pasa al niño es que está estreñido y no puede hacer caca y por eso está así de mal, pero no, no es eso, es simplemente que tiene que aprender a hacerlo y coordinar correctamente su esfínter. En las 2-4 primeras semanas suele estar resuelto, pero mientras tanto, si vemos que el niño está muy molesto y tiene la barriguita distendida e incluso come menos o no come, actuaremos como en el caso de estreñimiento funcional visto más arriba (masajitos, calor, levantar las piernas y separar las nalgas, tal vez incluso medicación, pero siempre prescrita por un especialista.


Espero les sirva esta información y traten de no ponerse nerviosos, esto también repercutirá negativamente en la actitud de su bebé y tardará más en calmarse.


Mi Matrona, siempre contigo!

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